TELEFONOS CHINOS, ¿SE PUEDE CONFIAR EN ELLOS?
Bajado de internet:
Xiaomi M2, análisis
03 de diciembre de 2012 | 08:01 CET
En nuestros clubs
Desde que ando por China he tenido la oportunidad de probar nuevos terminales exclusivos del país, en su mayoría, copias burdas y mediocres, incapaces de competir con ninguna de las marcas que conocemos en tierras occidentales (véase Samsung, Sony, LG, Apple, Nokia…).
Afortunadamente, en todos los casos siempre hay una excepción que confirma la regla y en este casola empresa que despunta en China es Xiaomi Tech.
Hace poco menos de un año los compañeros de Xataka analizaron el primer terminal de la firma, el Xiaomi M1, que equipaba lo mejor de cada casa en tema de hardware bajo un precio más que razonable, aderezado con la personalización de Android típica de la casa, MIUI ROM.
El tiempo fue pasando y salió otro modelo, el M1S, un terminal muy similar estéticamente al anterior modelo, pero con un par de mejoras poco significativas y un precio aún más atractivo. Afortunadamente, la cosa no se quedó ahí y hace poco más de un mes entró en escena el Xiaomi M2, la estrella del baile.
Diseño
Con 10.2 milímetros de grosor y 142 gramos el Xiaomi M2 no es precisamente el smartphone más fino ni más ligero del mercado, estando a medio camino entre los 10.7 milímetros y 185 gramos del Nokia Lumia 920, y los 8.6 milímetros y 133 gramos del Galaxy S3.
El diseño, en líneas generales, aunque es bonito nos recuerda demasiado al del Meizu MX que analizamos meses atrás, con un frontal negro, limpio, sin distracciones, sin botones físicos y solo tres de tipo táctil (Opciones, Inicio, Atrás). Así mismo, en la parte superior, encima de la pantalla de 4.3 pulgadas recubierta por Gorilla Glass, nos podremos encontrar con el altavoz-auricular, centrado, a su izquierda el sensor de proximidad y luminosidad y a la derecha una cámara frontal de 2 megapíxeles, capaz de capturar vídeo en alta definición (1080p).
En lo que respecta a los laterales, veremos que la arista izquierda no tiene ninguna peculiaridad, reservando la parte inferior para la conexión microusb, la superior para la jack y la lateral derecha para los únicos tres botones físicos de los que dispone el terminal, el botón de apagado/encendido (que a su vez también es el de “lock”) y los dos para subir y bajar el volumen, todos en color gris metalizado.
Con la tendencia actual al minimalismo se antoja lógica la desaparición del Mi-Button, un botón con dos topes que nos permitía en los dos modelos anteriores enfocar y hacer fotos como si estuviesemos usando una cámara de verdad o realizar acciones que podíamos programar vía software y que hemos echado mucho de menos.
La parte posterior, en blanco brillante (de serie, se pueden comprar a posteriori de varios colores) y fabricada en plástico, es probablemente la peor parte del teléfono: el color blanco rompe con la seriedad que presenta el terminal en el frontal, la carcasa trasera se ensucia fácilmente y por el material en el que está fabricado resbala. El hecho de estar fabricada en plástico, muy similar al del Galaxy S3 – extremadamente flexible -, le da un toque cutrecillo que se carga la harmonía de la que veníamos hablando atrás.
Si seguimos fijándonos en la parte de atrás del teléfono, no nos costará encontrar en la parte superior el resto de elementos que se dejan ver, los altavoces, a la izquierda, una cámara de 8 megapíxeles con apertura f/2.0 y sensor retroiluminado, y a la derecha del objetivo fotográfico, un flash LED.
Xiaomi M2, diseccionando el mejor teléfono chino
Con unos bordes de 3.9 milímetros a cada lado, lo primero que llama la atención es su pantalla IPS de 4.3 pulgadas que, como ya viene siendo norma general en los terminales de alta gama, aúna el cristal de protección y la capa táctil en una única lámina, reduciendo el espacio entre cristal y pantalla, dando la sensación de que estamos leyendo una revista o un cómic y no viendo una pantalla de un teléfono móvil, más si tenemos en cuenta que la resolución de la misma es de 1280×720 píxeles, dando una densidad de 342 píxeles por pulgada, 16 más que el iPhone 5 o 36 más que el Galaxy S3 (que además, es Pentile…).
La cámara anterior, de dos megapíxeles no presenta mucho misterio, pero la posterior, de ocho megapíxeles, tiene un poco más de intríngulis: gran angular de 27mm con apertura f/2.0, sensor retroiluminado y demás parafernalia que la hacen ser la mejor cámara vista en un teléfono chino, llegando a superar en algunas situaciones, como podemos comprobar en la imagen superior, a la cámara del iPhone 5.
A continuación os dejamos una mini-galería con un par de fotografías:
Desgraciadamente, durante el tiempo que hemos tenido el teléfono, el clima y la polución en Pekín no ha acompañado, así que no hemos podido realizar unas fotografías que realmente demuestren el potencial de esta cámara, que como bien os podéis imaginar, bajo una buena iluminación hace maravillas, pero al descender la cantidad de luz, las fotografías tienden a tener mucho grano. Aún así, los colores parecen buenos y el vídeo es extremadamente nítido, pudiendo, como curiosidad, grabar hasta 70fps manteniendo una resolución 720p.
Si tienes las uñas tan largas como el chino medio no tendrás problemas a la hora de quitarle la caracasa trasera al móvil, carcasa que como podéis observar en una de las fotos del artículo, lleva “adheridos” los tres botones físicos que comentábamos anteriormente.
Una vez la tapa trasera está fuera, podremos retirar la fina batería de 2.000mAh (se puede comprar una de 3.100mAh, que aumenta el tiempo que puede estar encendido el terminal notablemente -15 días en standby con la de serie, y supuestamente unos 27 con la extra, a coste de sacrificar aún más en grosor). Con un uso medio-alto del terminal, una carga completa de la batería de 2.000mAh dura poco menos de dos días.
Retirada la batería, accederemos al lugar donde va nuestra SIM, pudiendo ver que el teléfono además ha pasado ya las certificaciones correspondientes para venderse en China (CCC) y en Europa (CE), desvelando sus planes futuros de desembarcar con este terminal fuera del país del oso panda.
Lamentablemente, en este terminal, más allá de desaparecer la Mi-Key, también hemos visto comodesaparece la ranura para tarjetas MicroSD, siendo este una espinita que tendremos clavada y que le hace restar puntos de cara a potenciales compradores, aunque hay que recordar que todos los fabricantes se están moviendo también hacia el mismo sentido (unos dicen que por problemas del OS al gestionar varias cuentas, otros que por temas de piratería…). Por lo tanto, tenemos dos modelos de M2, uno con 16GB de memoria flash y otro con 32GB.
Siguiendo con la parte que no se ve, el interior de este teléfono, lo desvela como una auténtica bestia parda: procesador tetra-núcleo de 28nm Snapdraggon 8064 de Qualcomm a 1.5GHz, 2 GB deRAM y una GPU Adreno 320; que harán las delicias de los más exigentes.
Para los que no se fien de nuestra palabra y quieran verlo por sus propios ojos, aquí les dejamos los resultados de los tres benchmarks que le hemos pasado al teléfono:
- AnTuTu Benchmark v2.9.2: 14.627 puntos
- Vellamo 2.0 HTML 5: 1.168 puntos
- Quadrant Standard: 7.700 puntos
- Vellamo 2.0 HTML 5: 1.168 puntos
- Quadrant Standard: 7.700 puntos
En cuanto a sensores y conectividad, como bien os podréis imaginar, viene muy bien equipado, así que dispone de brújula, giroscópio, GPS (con Glonass), WiFi b/g/n, Bluetooth 4.0, doble antena “inteligente” (decide qué red nos conviene más para poder tener, junto al doble micrófono integrado, conversaciones más nítidas) con conexión DC-HSPA+, permitiéndo descargas de hasta 42Mbps. Además de otras características como el WiFi Display que permite hacer streaming a la televisión, el WiFi Direct y otros puntos que no son demasiado relevantes.
MIUI v4 basado en Jelly Bean, su Sistema Operativo
Uno de los secretos del triunfo del primer Xiaomi, más allá del precio, fue su software.
Aunque muchos de vosotros ya lo sepáis, nunca está de menos recordar que los creadores de una de las mejores personalizaciones de Android, MIUI, son los mismos que están detrás del diseño y fabricación de estos tres magníficos terminales bajo la marca Xiaomi, el M1, el M1S y el M2.
En el M2, MIUI OS corre sobre Android 4.1 Jelly Bean, y nos da lo mejor de cada sitio (de momento solo en chino e inglés), siendo una personalización extremadamente intuitiva, que corre de forma muy fluida, que nos permite personalizar la apariencia del teléfono casi al milímetro, de forma sencilla y práctica, con un dock y varias pantallas donde dejar nuestras aplicaciones (muy al estilo Apple) y con mil y una pequeñas mejoras como la grabación de llamadas con un par de clicks, la cantidad de filtros incluídos en la cámara, etcétera.
A destacar en la v4, una serie de nuevas aplicaciones que se incluyen de serie con nuestro terminal y que nos harán la vida más fácil, como el Asistente de voz (de momento solo disponible en Chino, basado en la tecnología de iFlyteck de reconocimiento de voz y que, incluso en chino, está aún muy verde – entiéndase por verde, limitado en cuando a funciones – ), MiDrive (servicio especial para todos los usuarios de un Xiaomi, en el que – al igual que con iCloud – se nos permite hacer copias de seguridad de nuestros archivos, fotos, aplicaciones…) y toda una Suite de seguridad con la que podremos monitorizar los datos que entran y salen del teléfono, qué apps tienen qué permisos, un escanner contra virus y un último servicio similar al Find My iPhone de Apple.
A continuación os dejamos una galería con varias capturas de pantalla de esta magnífica personalización de Android:
Precio y disponibilidad
Dependiendo de la capacidad del terminal, podremos encontrarlo (de forma oficial) por 1999 yuanes – 247€ al cambio – con memoria interna de 16GB o por 2399 yuanes – unos 296€ – para el modelo de 32GB.
Con una relación calidad/precio digna de admirar, el Xiaomi M2 se convierte en el mejor teléfono con Android que se puede comprar (bueno, esto de comprar un Xiaomi es una tarea compleja, como ya hemos comentado varias veces en XatakaMóvil) por debajo de los 250€, no solo por su hardware de teléfono de gama alta, si no por el refinamiento que tiene la personalización de Android que trae de serie, hechos que lo convierten en un gran teléfono y, una vez probado, ésa es la sensación inequívoca que nos ha dado.
Según nos explican desde MiniInTheBox, Xiaomi lleva vendidos en China unas 250.000 unidades del terminal, agotando todas las existencias y siendo casi imposible conseguir uno tanto dentro como fuera del país debido a la altísima demanda que existe.